Ayer me instalé en el Īśopanthī Āśrama, un día antes de la llegada de los devotos para el retiro y parikramā anual de Dhanurdhara Swami y Madhavananda Prabhu (que está restringido solo a invitados). Este es un centro de retiro cristiano (católico romano), un lugar muy agradable, limpio y tranquilo, donde el padre Ashley acoge amablemente a los vaiṣṇavas durante una semana. Mientras cantaba japa ayer en el patio de césped del āśrama, conocí al arzobispo John Barwa, el arzobispo de Odisha, quien está pasando unos días aquí para descansar después de una operación cardíaca.
Le hablé al arzobispo sobre el encuentro interreligioso vaiṣṇava-cristiano en Tirupati (organizado en ISKCON-Tirupati), al que asistí hace unas dos semanas, y se alegró mucho de escucharlo. A medida que hablamos unos minutos más, pude apreciar su gran humildad y apertura. Cuando lo “advertí” de que el āśrama no será tan pacífico cuando lleguen todos los vaiṣṇavas, y que quizás su propósito de descansar se vea frustrado, me dijo: “Oh no, eso no es ningún problema, ustedes están todos comprometidos en actividad espiritual, y eso no es una perturbación”.
Esta mañana, mientras él dirigía un servicio de adoración matutino para unas veinte personas (hombres y algunos jóvenes) en su capilla, en el segundo piso del āśrama, subí a echar un vistazo (estaban cantando muy bonito). El arzobispo me vio y me hizo señas para que entrara, así que entré y me senté en la parte de atrás, observando y escuchando. Estaban celebrando el día festivo del fundador de su orden, San Arnold Janssen (1837–1909). El arzobispo dio una homilía muy breve (no más de cinco minutos), hablando de manera inclusiva y reconociendo mi presencia (“Swamiji está con nosotros”).
Lo que me impactó en la homilía del arzobispo fue un punto que mencionó al concluir su discurso, sobre la oración. Dijo: “La oración es poder.” Una idea interesante. Los vaiṣṇavas comprenden nija-sarva-śakti, que los nombres divinos del Señor poseen todo el poder del Señor. Tendemos a pensar en el poder como algo material (físico, político, militar, legal), y a menudo como algo en oposición al espíritu. Pero como vaiṣṇavas reconocemos a Śrī Kṛṣṇa (Bhagavān Śrī Kṛṣṇa, como siempre traducía el devoto Jīvan Gaura-hari Prabhu en Chennai mientras yo daba conferencias a los devotos: cada vez que decía “Kṛṣṇa”, él traducía “Bhagavān Śrī Kṛṣṇa”) como el Señor todo-poderoso.
Considerar la oración como poder es apreciar que, al dirigir conscientemente nuestro corazón hacia el Señor, nos estamos conectando (yoga) con Su poder. Y el poder de Kṛṣṇa es el poder de la devoción, que actúa de formas maravillosas y sutiles. Podríamos considerar la oración como una forma de “sintonizar” con la frecuencia de ese poder superior, a través del cual la gracia de Kṛṣṇa se vuelve reconocible.