Skip to main content
La Voz de ISKCON por la Madre Tierra
Español (Spanish) translation

La Voz de ISKCON por la Madre Tierra

Hare Krishna a todos. Mis humildes praṇāms a todos los vaiṣṇavas y vaiṣṇavīs en ISKCON Communications Europa 2024. Estoy agradecido por esta oportunidad de dirigirme brevemente a ustedes, participantes de esta conferencia.

En el contexto de las discusiones sobre la participación de ISKCON en cuestiones medioambientales, mi objetivo no es ofrecer declaraciones definitivas, sino plantear preguntas en un espíritu de desafío amistoso y estímulo para la reflexión. He titulado esta presentación: La Voz de ISKCON por la Madre Tierra, para sugerir que es importante que ISKCON tenga una voz, y que esa voz esté bien orientada, para tener una influencia positiva y generar un beneficio para la Tierra, a la que consideramos en términos personales como madre, como una persona que da y que también puede retener el sustento para todos los seres vivientes.

Se me ha pedido tocar tres puntos, a saber: primero, ofrecer una visión general breve de la crisis medioambiental, reconociendo que algunos de nosotros quizás no estemos del todo convencidos de que tal crisis exista. Segundo, por qué es importante que los devotos se preocupen y actúen ante dicha crisis, suponiendo que exista. Y tercero, considerar por qué puede ser especialmente importante que los comunicadores—los devotos que comunican—tomen este tema en serio y usen su influencia. Nuevamente, voy a abordar cada uno de estos tres temas en forma de varias preguntas.

Entonces, la primera pregunta general es: ¿existe una crisis medioambiental? ¿En qué medida es razonable que los vaiṣṇavas valoren la evidencia empírica sobre, por ejemplo, el cambio climático antropogénico, que aparentemente resulta en el derretimiento del permafrost y la consiguiente liberación de gases tóxicos y microbios, la imprevisibilidad de enfermedades parasitarias, la extinción de especies y pérdida de biodiversidad, el grado de degradación del suelo, la deforestación, la desertificación, la destrucción de ambientes oceánicos, la propagación de microplásticos y la contaminación del aire y del agua? ¿En qué medida es razonable que los vaiṣṇavas valoren la evidencia empírica de estos fenómenos?

Una pregunta relacionada es: ¿cómo y en qué medida es razonable que los vaiṣṇavas valoren la evidencia empírica sobre la cantidad de animales sacrificados para el consumo humano, estimada en aproximadamente 80 mil millones de animales terrestres por año a nivel mundial, sin contar los posiblemente billones de criaturas marinas que se matan anualmente?

O bien, podríamos preguntarnos: ¿tienen razón o no los vaiṣṇavas al reconocer que la agricultura industrial es un importante generador de gases de efecto invernadero? ¿O estamos en lo correcto al citar la película documental Kiss the Ground (Besa la Tierra), en la cual se afirma: “El problema no son los animales, el problema es dónde están los animales”?

Y paso ya a nuestra segunda pregunta general: ¿Por qué es importante que los devotos se preocupen y actúen en relación con la degradación ambiental? Con esta pregunta surgen otras más específicas. ¿Qué argumentos podríamos presentar para decir que no es importante que los devotos se preocupen y actúen en relación con el medio ambiente? O, si en general estamos de acuerdo en que sí es importante que los devotos se preocupen y actúen respecto al medio ambiente, ¿cómo podríamos concebir o definir la naturaleza de ese cuidado y esa acción? ¿Es suficiente con que practiquemos y promovamos una dieta lacto-vegetariana de alimentos santificados? ¿Es posible que los devotos seamos parte del problema en lugar de, o incluso más que, parte de la solución? Aunque nos gusta pensar que somos parte de la solución, o incluso tenemos la certeza de que somos la solución, ¿es tan significativa nuestra contribución a esa solución?

Si los devotos somos parte del problema debido a nuestros modos de vida rutinarios y consumistas propios de la clase media, ¿qué significaría admitirlo? ¿Qué se requeriría de nosotros para ser parte de la solución? ¿Qué se necesitaría para ser una parte significativa, incluso medible, de la solución?

Además, ¿es suficiente que los devotos se preocupen y actúen por el medio ambiente con el solo hecho de continuar o expandir las actividades actuales de nuestra misión, tales como la distribución de libros, distribución de prasādam, harinām-saṅkīrtana, desarrollo de granjas? Actualmente tenemos unas 100 granjas en todo el mundo con unas 5,000 vacas, de las cuales 4,000 están en la India —vacas y bueyes—, teniendo en cuenta que se ha calculado que necesitaríamos unas 68,000 vacas y bueyes para abastecer a las Deidades de nuestros templos con productos lácteos provenientes de vacas protegidas.

¿Necesitamos estar ofreciendo tantos productos lácteos? Y la misma pregunta puede aplicarse al desarrollo del varṇāśrama. ¿Es suficiente que los devotos continúen o expandan las actividades actuales del varṇāśrama? O es imperativo que los devotos se involucren más directamente en iniciativas ambientalistas a nivel local, nacional o regional, por medio de proyectos de investigación, conectando nuestras granjas, por ejemplo, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, como lo está haciendo ahora Rādhākṛṣṇa Prabhu en su proyecto de investigación doctoral en conexión con New Vraja-dhāma, Hungría. O a través de un compromiso creativo con los medios sociales y los medios de comunicación masivos

Lo cual nos lleva a nuestra tercera pregunta principal: ¿por qué es especialmente importante que los devotos de ISKCON Communications tomen este tema en serio, usen su influencia, y así sucesivamente? ¿Es importante este tema porque nos preocupa la supervivencia de nuestras comunidades actuales en tiempos difíciles? Si es así, ¿podemos comunicar el valor de aprender de otros grupos más experimentados, como los mormones, sobre el almacenamiento de alimentos para emergencias, o de los amish, o de las aldeas africanas, sobre métodos agrícolas, sobre vida sencilla?

Si es así, ¿podemos comunicar que, como Sociedad, aún no hemos comprendido plenamente la necesidad de desarrollar comunidades agrícolas verdaderamente sostenibles, para las cuales quizá aún no tengamos modelos viables? ¿Podemos comunicar, con el ejemplo, que una vida sencilla y pensamiento elevado puede ser una alternativa atractiva y satisfactoria de vida y de servicio devocional?

¿O es importante porque estamos convencidos de que podemos tener una influencia significativa para cambiar la dirección actual de la degradación ambiental si nos enfocamos en comunicar nuestras soluciones al público, como el principio del īśāvāsyam o la “fórmula de la paz” del Señor Krishna, como la llama Śrīla Prabhupāda?

¿O es importante porque los devotos de ISKCON Communications pueden influir positivamente en la dirección de ISKCON respecto al medio ambiente, enfocándose en la importancia de cuidar y actuar en favor del medio ambiente dentro de las propias comunidades de devotos?

Si es así, ¿qué es exactamente lo que debe comunicarse? ¿Cómo sería una educación ambiental para devotos? ¿Cuál sería el resultado ideal de una comunicación interna sobre este tema? ¿O es más importante que los devotos de ISKCON Communications dirijan sus esfuerzos hacia el público externo? ¿Cuál sería el resultado ideal de una comunicación externa sobre esta cuestión?

Y nuevamente, ¿es suficiente pensar en estos términos? ¿Es suficiente que los devotos de ISKCON Communications destaquen estadísticas alarmantes sobre el medio ambiente para instar al público a cambiar su forma de actuar? Por ejemplo, estadísticas como que una hectárea de tierra puede producir 113 kilogramos de carne de res, en comparación con 22,000 kilogramos de tomates o 24,000 kilogramos de papas, entre otros. O que se espera que la masa de plástico en los océanos de la Tierra iguale a toda la biomasa marina para el año 2050.

Para ayudar a reflexionar sobre cómo desarrollar la voz de ISKCON por la Madre Tierra, he tomado tres preguntas y las he ampliado a aproximadamente 32 preguntas. El sentido de desafío e incertidumbre que podamos sentir al articular estas preguntas es intencional. Quiero sugerir que tenemos mucho trabajo por hacer si realmente queremos que ISKCON se posicione de forma significativa frente a las preocupaciones actuales sobre el medio ambiente.

Hay dos direcciones opuestas posibles que serían fáciles de tomar. Una es la negación del cambio climático, la negación del agotamiento del suelo, la negación de la desertificación, y así sucesivamente. La segunda dirección, opuesta a la primera, es la visión apocalíptica: pensar que el fin está cerca, que no hay nada que podamos hacer, y que en todo caso no pertenecemos a este mundo material. Ambos escenarios justifican una actitud de conformismo. Cantamos Hare Krishna, seguimos una dieta lacto-vegetariana, tenemos algunas granjas con algunas vacas, e invitamos a algunas personas a visitarlas.

Alternativamente, podemos tomar en serio las cuestiones de la degradación ambiental y las formas prácticas de revertir esta tendencia, esforzándonos sinceramente por crear modelos de vida alternativa viables —comunidades anticipatorias— que inspiren imitación a todos los niveles, empezando por cómo tratamos el suelo bajo nuestros pies, la Madre Tierra, hasta cómo nos servimos unos a otros en el servicio al Señor, quien es el todo completo.

Muchas gracias. ¡Hare Krishna!

—De la presentación (en línea) sobre la participación de ISKCON en asuntos medioambientales, dirigida a ISKCON Communications Europa 2024 por S.S. Krishna Kshetra Swami, el 28 de mayo de 2024 en Radhadesh, Bélgica.