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Nuestra conspiración: expandir la deuda
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Nuestra conspiración: expandir la deuda

Siempre me asombra ver cómo los devotos hacen tanto esfuerzo por reunirse y llevar a cabo este evento. Quiero agradecer especialmente a los devotos que han contribuido a que esto sea posible.

Como escuchamos de Madhavananda Prabhu cuando explicó la palabra krita-jna, que en sánscrito significa “gratitud”, esta es una de las sesenta y cuatro cualidades de Krishna. Podemos sentir gratitud porque Krishna la siente. Y Krishna siente gratitud para siempre. Cuando hacemos algún servicio para Krishna, Krishna —a diferencia de nosotros, que podemos olvidar— nunca lo olvida. De esta manera, todo este evento es una expresión de gratitud, y hoy canalizamos nuestra gratitud hacia Krishna a través del guru, mientras llamamos a este evento Vyasa-puja, porque Vyasa es, en cierto sentido, el guru original, pero también es un discípulo ejemplar.

Todos conocen la historia de cuando Vyasa se siente desalentado. ¿Por qué? Él sospecha por qué, pero necesita confirmación. Y por supuesto, Narada tiene esta capacidad de aparecer justo en el momento oportuno. Srila Prabhupada dice que Narada es nuestro guru. Eso es hermoso, porque también es el guru de Vyasa. Y siendo el guru de Vyasa, Narada es en efecto también nuestro guru.

Así que Vyasa es un discípulo ejemplar. ¿Cómo entender eso? Después de encontrarse con Narada y escucharlo, Vyasa toma sus instrucciones en serio. No pierde el tiempo. No se dedica primero a sus propios asuntos. Se sienta inmediatamente a meditar. Su meditación es sobre el Señor Supremo, porque entiende, gracias a su guru, que debe componer una literatura sobre Él. Y mientras medita, ve a los dos: al Señor, el purusa, y a maya. Realmente los ve. Por la gracia de su guru, Vyasa realmente los ve.

Imagina que pudieras ver, como lo hace Vyasa… ¿Te gustaría? Esa es la oportunidad que recibimos de Srila Vyasa-deva y de todos sus seguidores. Si pudieras ver a Krishna y a maya, ¿qué harías? Esa fue la transformación de Vyasa. Le quedó completamente claro cómo servir a Narada, cómo servir a su guru.

El ejemplo de Vyasa nos invita a reflexionar sobre lo que significa ser discípulo. También tenemos otros modelos, descritos en el Sri Caitanya Caritamrita. Está el guru de Sri Caitanya Mahaprabhu, Isvara Puri. El guru de Sripad Isvara Puri fue Madhavendra Puri. Y se puede trazar la línea sucesoria hasta mucho antes, pero Isvara Puri fue especialmente celebrado por ser un discípulo tan ejemplar de Madhavendra Puri. Es famoso por lo bien que cuidó de su guru cuando Madhavendra Puri ya era muy anciano.

Sri Caitanya Mahaprabhu es para nosotros el gran maestro, pero también es un discípulo ejemplar. Un discípulo modelo de Isvara Puri. La imagen que recibimos de Él como discípulo ejemplar es cómo recibe el mantra de Isvara Puri y cómo responde tras recibirlo. Krishnadasa Kaviraja nos dice que tan pronto como comienza a meditar y cantar el mantra que recibió, Mahaprabhu se siente inmediatamente abrumado por emociones extáticas. En cuanto lo escucha, empieza a sentir emociones extáticas tan intensamente que se preocupa.

¿Alguno de ustedes ha tenido este problema al cantar el maha-mantra Hare Krishna? ¿No? Yo tampoco, a decir verdad.

El Señor Caitanya tiene este problema. Así que Él —y esto nuevamente muestra cómo es un discípulo ejemplar— va donde su guru para hablar sobre su problema. A veces los discípulos se sienten tan avergonzados por sus problemas que el último al que acudirían sería su guru. El Señor Caitanya va de inmediato. Descubre que lo que pensaba que era un problema en realidad no lo es. “¿Sientes emociones extáticas? ¡Eso es maravilloso! ¡Eso es lo que se desea!”

Por supuesto, también celebramos a Srila Prabhupada como un discípulo ideal, quien repetidamente señalaba: “Como tomé en serio las instrucciones de mi guru, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakur, por eso he tenido éxito en mi misión.” Varias veces dijo: “Siempre siento que mi maestro espiritual está conmigo.”

Srila Prabhupada quiere que leamos sus libros sobre Krishna y Sus devotos. Uno de estos devotos célebres en el Srimad Bhagavatam es Dhruva Maharaja, quien también es un discípulo ideal de Narada Muni. Al principio, Narada desalienta a Dhruva de su propósito. Le dice: “Eres solo un niño, vuelve a casa.” Pero Dhruva responde: “¡No!” Prabhupada explica que a veces un guru pone a prueba a su discípulo. Así que Dhruva se niega a regresar a casa, porque es un ksatriya, y los ksatriyas tienen la determinación de obtener lo que desean. Conocemos la historia de cómo tuvo éxito tras realizar muchas austeridades severas, cantar un mantra y adorar a Krishna. Y luego —como se explica en el Canto 4— después de una vida larga y gloriosa, llega el momento de regresar a casa, de regresar a Dios, y recuerda a su madre. Su madre, Suniti, le había dado un consejo: “¿Quieres encontrar al Señor? Los sabios siempre van al bosque.” Con ese consejo, Suniti se convierte en el guru de su hijo. En su comentario, Srila Prabhupada explica que ella se convierte en el patha-pradarsaka-guru de su hijo. Patha significa camino, y pradarsaka significa quien lo muestra. Srila Prabhupada también dice que el patha-pradarsaka-guru también puede llamarse siksa-guru. En su comentario al Srimad Bhagavatam, Canto 4, capítulo 12, verso 32, Srila Prabhupada dice: “Es deber del siksa-guru o del diksa-guru instruir al discípulo de forma adecuada, y depende del discípulo ejecutar el proceso.” Así que el guru tiene un deber, y el discípulo tiene un deber. Y depende completamente de nosotros, una vez que recibimos la instrucción, tomarla en serio. Hay un dicho en inglés: “The ball is in your court” (“La pelota está en tu campo”). Así que debemos golpear la pelota, tomarla y actuar con destreza.

Su Santidad Kadamba Kanana Swami da un buen ejemplo con el arte de hacer malabares, con tres pelotas que debemos mantener en el aire. Una de las pelotas representa todo lo que hacemos para mantener nuestras condiciones materiales de bienestar. La segunda pelota es nuestro sadhana. Sadhana-bhakti. Algunos devotos piensan, “ah, sadhana, no tengo tiempo”. Bueno, se trata de un arte: el arte de hacer malabares, de hacer tiempo para ello. El sadhana, es decir, cantar, escuchar, leer y mantener buena asociación. Esas son solo dos pelotas, que son relativamente fáciles de manejar. Pero cuando añadimos una tercera, se complica. La tercera pelota es la misión.

El guru, siguiendo a su guru, que sigue a su guru, que a su vez sigue a su guru… y así sucesivamente hasta Sri Caitanya Mahaprabhu, quien también sigue a su guru… tiene una misión. Y esa misión es una parte integral de todo el paquete. ¿Por qué? Porque cuando tomamos refugio en nuestro guru, aceptamos una deuda que debemos pagar. La deuda por todo lo que hemos recibido de aquel que abrió nuestros ojos con la luz del conocimiento. Puede que intentemos pagar esta deuda ofreciéndole a nuestro guru algunos regalos bonitos, donaciones, asistiendo a su Vyasa-puja, y a sus sangas de los sábados. Todo eso está muy bien, pero la verdadera manera de pagar esa deuda es el proceso de “pagarla hacia adelante”. Existe esta expresión: “Pay it forward” (pagar hacia adelante). Significa que no estamos devolviendo lo que hemos recibido, porque es imposible hacerlo. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Rendirse? ¡No! Tenemos que pagarla hacia adelante. Y esta forma de pagarla es muy interesante, porque al hacerlo estamos compartiendo nuestra deuda con otros, y en ese proceso estamos poniendo a más y más personas en deuda. En realidad, es nuestra conspiración…

¿De dónde viene originalmente esta deuda? La deuda se origina en Krishna. Él tiene una deuda con sus devotos. Les dice a las gopis: “Vuestro amor por mí es tan grande que no puedo pagarlo. Así que debéis estar satisfechas con vuestra propia devoción, con vuestra propia bondad.” Pero no es que Krishna se esté desentendiendo simplemente diciendo palabras bonitas y encantadoras. Las gopis pusieron a Krishna en una situación muy difícil al haberle entregado todo, incluso su reputación. No había regreso a sus familias después de haberse unido a Krishna. ¿Y qué hace Krishna? Krishna aparece como Caitanya Mahaprabhu para pagar esa deuda a las gopis. La paga tomando sobre sí la austeridad. Acepta formalmente el sannyasa, una vida llena de austeridades. En esa austeridad, canta, danza y recuerda a Krishna constantemente, de un modo tan profundo que queda abrumado, y de él emana un intenso sentimiento de amor por Krishna. Y de ese modo—como guru para todos nosotros—nos entrega esa deuda para que la llevemos, para que la esparzamos por todo el mundo.

Se nos está pidiendo que nos convirtamos en artistas expertos. Los malabaristas se vuelven expertos con la práctica. A veces se les cae una pelota y simplemente la recogen y lo intentan una y otra vez, y en algún momento, lo hacen sin siquiera mirar. Eso es lo que buscamos. Debemos volvernos maestros del arte de hacer malabares con estos tres principios. Esa meta es la que celebramos hoy.

¿Cómo tener éxito en esta práctica? Srila Raghunatha Das Gosvami nos da una pista en sus doce versos de enseñanzas a la mente: “Querida mente, por favor dirige tu atención a tu guru (o gurus, porque hay diksa-guru y siksa-gurus), dirige tu atención a Vrindavana, a los residentes de Vrindavana, a todos los vaisnavas, adóralos, ofrece respeto a los brahmanas, a las personas piadosas de este mundo, presta atención al mantra dado por tu guru, al santo nombre que te dio tu guru, y toma refugio de la pareja divina, siempre fresca y joven, Sri Sri Radha y Krishna.” ¡Suena bien! ¿Cómo hacemos eso? Renunciando a todo orgullo. Cultivando un apego sin precedentes, atitaram. Haciendo un esfuerzo intensivo por no ser complacientes. Emprendiendo un gran esfuerzo.

Así que avancemos con este arte de malabares y seamos agradecidos con Krishna por estar juntos, por tenernos los unos a los otros. Es importante sentir gratitud hacia el Señor. Hoy estamos “canalizando” esta gratitud hacia Vyasa, a través del guru y los acaryas anteriores. Esta celebración es nuestra gratitud hacia Krishna.

Y esta gratitud podemos celebrarla cada día—y esto Prabhupada me lo dijo personalmente—pensando en cómo este movimiento puede avanzar, no solo hacia afuera, sino también hacia adentro. Prabhupada dice: “Si un devoto se convierte en un amante puro de Krishna, ¡esa es la perfección!”

Muchas gracias a todos. ¡Hare Krishna!

—Del discurso de Vyasa-puja a discípulos y amigos por S.S. Krishna Kshetra Swami, el 23 de diciembre de 2023, en Córdoba, Argentina.