Kaka-Tal-Nyaya
Pregunta: ¿Por qué vemos que, aunque Jay y Vijay querían regresar a su posición original lo antes posible, les tomó mucho tiempo poder hacerlo?
Respuesta: ¿No podría haber sido más rápido? Bueno, los lilas (pasatiempos divinos) deben desarrollarse por sí mismos.
No es como cuando el hijo de Śrīvāsa Ṭhākura muere y el Señor Caitanya lo revive, y el niño dice: “¿Padres? Estos no son mis padres. He tenido tantos padres. Así que gracias por dejarme regresar al mundo espiritual. ¡Adiós!” No es así.
Primero tiene que haber muchos problemas. Y eso nos lleva de nuevo a la cuestión de la teodicea: la pregunta eterna, ¿cómo es posible que exista el mal si Dios es completamente bueno? Y esa es una pregunta que no creo que vayamos a responder completamente esta noche; ya que filósofos, tanto occidentales como de la India, han estado luchando con esta cuestión durante siglos y milenios.
El Vedānta-sūtra dice que es karma. Pero cuando intentas rastrearlo hacia atrás, ¿cuál es el punto de inicio de ese karma? El Vedānta-sūtra básicamente dice que no hay un comienzo. ¡Pero sí hay un final! ¡Y esa es la buena noticia! Hay un final.
Esta historia de Jay y Vijay también es interesante porque forma parte de la pregunta constante: ¿Caemos del Vaikuṇṭha o no? Bueno, sí y no, porque Jay y Vijay están en la puerta, y se podría decir: bueno, ¡no están completamente dentro! ¡Así que en realidad no están allí!
Sin embargo, no están situados en el mundo material, ni en el Brahman impersonal—están más allá de las seis puertas de Vaikuṇṭha—su situación es bastante elevada. No obstante, no es completa, así que, ¿qué es? Es ambigua.
Es kaka-tala-nyaya. ¿Conocen el kaka-tala-nyaya? Es la lógica del cuervo y el fruto de tal. Algunos sabios están sentados cerca de un árbol de frutos tal. ¿Alguien sabe qué es un fruto tal? (Los pastorcillos de vacas querían estos frutos del bosque de Talavana, así que deben ser buenos).
Un cuervo estaba posado en la rama del árbol, y luego voló. Al volar, el fruto cayó. Los sabios observan esto y uno dice: “¿Lo ven? ¡Causa y efecto! El cuervo causó que el fruto cayera.” Otro dice: “No, no, lo entendiste todo mal. El fruto de tal cayó y eso hizo que el cuervo volara.” Y el tercero dice: “No. Tú también estás equivocado. Fue simultáneo. Perfectamente simultáneo.” Así, discutiendo y discutiendo, se olvidaron de comer el fruto de tal. A eso se le llama kaka-tala-nyaya (kaka – cuervo, tal – fruto de tal, nyaya – lógica).
Por lo tanto, la próxima vez que alguien plantee la pregunta: “¿Caímos o no caímos del Vaikuṇṭha?”, simplemente responde: kaka-tala-nyaya. Así fue como respondió Śrīla Prabhupāda. Un devoto le escribió específicamente a Śrīla Prabhupāda sobre esta cuestión y en su respuesta, Prabhupāda escribió una larga carta explicando esta historia. Así que es bona fide. ¡Hare Krishna!
–De una conferencia del 15 de enero de 2017 por Su Santidad Krishna Kshetra Swami en Juhu, Bombay – India.
Cómo se convierte en yajña
Pregunta: Usted mencionó comprometer la inteligencia cuestionando a la mente. Muchas veces me pregunto: ¿Realmente necesito esto? Pero no obtengo una respuesta clara de mi mente. ¿Por qué hay tanta vaguedad al decidir si realmente necesito algo?
Respuesta: El hecho de que te estés haciendo esta pregunta ya es la mitad de la batalla ganada. Estás a medio camino. Y la respuesta es: sigue haciéndote esa pregunta. A medida que sigas cuestionándote más y más, la respuesta se irá aclarando. La respuesta se vuelve clara en la medida en que comprendemos más y más nuestra plenitud, lo cual nos da confianza.
Estamos en este estado de ánimo de adquisición, de obtener cosas; pueden ser objetos materiales, puede ser rodearnos de amigos, riquezas, puede ser reputación, lo que sea. Reunimos estas cosas como muletas. Pensamos que necesitamos ese apoyo para ser quienes creemos que somos. Implícita en la pregunta “¿Necesito esto?” está en realidad la pregunta: “¿Entiendo quién soy realmente?” ¿Cuánto estoy asumiendo sobre quién soy? ¿Cuánto de lo que pienso que soy es solo una imaginación mía?
Así que sigue preguntándote. Y poco a poco descubrirás: “Sí, puedo mantenerme en pie por mí mismo,” por así decir, “no necesito estas muletas.” Y entonces verás gradualmente cómo aquello que consideras importante también es importante para el servicio. Así, se purifica. Pero aún así, siempre debemos tener cuidado con eso.
Śrīla Rūpa Gosvāmī nos da este principio: yukta-vairāgya. Una forma de traducir yukta es “apropiado”. Renunciación apropiada. No es simplemente, como decía Prabhupāda, que uno pasa por un banco y dice: “¡Renuncio a este banco!” Eso no significa nada. ¿Qué significa una renunciación apropiada? Significa hacer uso de todo lo que el Señor nos da, reconociendo: “El Señor me ha dado esta facilidad, esta capacidad, este poder, estos bienes materiales. ¡Ahora déjame usarlos en el servicio del Señor!”
Y así es como se convierte en un sacrificio—en yajña.
–De una conferencia del 15 de enero de 2017 por Su Santidad Krishna Kshetra Swami en Juhu, Bombay – India.